jueves, 26 de junio de 2008

Algunas poesías

A mi hijo Hernán


Imperceptiblemente


Surgiste, tuviste vida


Te sentí crecer, naciste


Y fui feliz


Luché, tenaz,


Por conservarte


Por poder acariciarte


Para poder quererte


Casi te escapás…


Un hilo de vida…


Tu unión conmigo


Sólo un hilo de vida


Te conservó La Vida


Y allí más que nunca


Mi amor implacable


Mi amor de madre-niña


Mi amor de ser humano


¡Hernán: te quiero!


Mamá.




Lic. Marcela María Etchebehere







A mi hijo Nicolás


Supe que latías en mí


Y en cuanto llegaste


Te sentí vivir


Y me sonreí...


Tuve algo de miedo


El ya saber cómo podía ser...


No quería sufrir...


¡Y así todo fui feliz!


Naciste, ¡pichón de bebé de 4,120 Kg!


¡Batita triple cero imposible!


Desnudo tuve que tenerte


Envuelto en tu manta celeste


Tomaste frío


Azul te pusiste


Te llevaron a urgencias


¿Otra vez?



¡No! ¡No lo soporto otra vez!


Con lágrimas de dolor

Fui a buscarte a terapia


Casi no podía caminar


¿Dónde está mi bebé?


¡Creí que no podía respirar!


¡Acá está mamá!


Una enfermera me dijo


Venga y abrace a su hijo


Te tomé en mis brazos


Y con esfuerzo caminé


“Me voy”, anuncié.


Estaremos mejor en casa


Julio y Hernán nos esperan


¡Vamos a nuestro hogar!


¡Nicolás: te quiero!


Mamá.




Lic. Marcela María Etchebehere









Una poesía para una amiga


Valiente Ana: te erguiste

Aún dolida


Sobre tu columna vertebral


Malherida


Valiente Ana: desafiaste la muerte


Y ¡Mujer fuerte!


Llenaste de vida el duro destino


Que te tocó en suerte


Valiente Ana: tu mirada


Aguda y noble


Avizoró el horizonte, cada alborada,


Para recuperar el control perdido


Valiente Ana: atravesaste el dolor


Encontrando una nueva partida


De estudio, entrenamiento y esgrima


Y le hiciste “¡touché!” a las heridas


Valiente Ana: ¡dueña de tu vida!


Tu gran fortaleza y entereza


Despiertan mi mayor nobleza


Y ¡me honra tu presencia!


Valiente Ana: te miro¡Y te admiro!


Tu fuerza y tu coraje bendigo


Y a Dios le pido, proteja


Valiente Ana: ¡Mujer que no ceja!


¡Nuestra amistad bendigo!


Y a Dios le pido:


¡También proteja!



Con cariño de tu amiga, Marcela María Etchebehere15/09/2005



Aquí está tu diploma, gracias amiga por enseñarme tanto de la vida, de fortaleza y entereza!!!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario